jueves, 24 de marzo de 2016

Las caderas no mienten Novela Heldyn Guevara Revelo




Las caderas no mienten
Lip’s Don’t Lie


Novela


Heldyn Guevara Revelo

Fragmento 


  
©Heldyn Guevara Revelo 2016
heldynguevararevelo@gmail.com
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¡Amor! Todos los días te visto y te desvisto,
veo tu ombligo, los dedos de tus pies,
tu trasero.
¡Y quieres que te ame!
J.P.Sartre.



Señorita, siente la conga
mueve tu cintura como toda Colombia.
Shakira



U N O

  
Jueves 23 de abril de 2015

P
regunto por el culo de Circe y no recibo más que insultos y afrentas porque insisto en decir culo y no trasero o rabo como se dice acá. Yo les digo que la palabra culo es de origen latino y que ha sido consentida por la Real Academia de la Lengua Española y por consiguiente ocupa un lugar designado como todos los vocablos en el diccionario. Y persisto y hasta les cito textualmente*, pero me contestan iracundos que vaya a lamer el culo a España donde, desde luego y desde siempre, me encontraré con culos de todas las formas, edades y tamaños, porque el trasero de acá, a mucho honor, es más decente que el culo de allá. Esa es la única verdad: Las caderas no mienten. Yo les sugiero que si no quieren pronunciar con sus labios el culo español, que adapten entonces al idioma, —para que no se os escuche tan mal—, el cul incompleto italiano o el derrière señorío de los franceses, el acheterkant del reino anaranjado, el ario hinterseite, ó, aunque se tarden un segundo más que usen el back tradicional, el behind o el ass americanos para que suenen con varios sentidos. ¡Sans culottes! ¿Quién lo entiende? Los desventurados usan las palabras más ruines en sus hogares y las más nobles en las calles. ¡Es el ABC de la ignorancia!
Sentado frente a la filmadora, portando en mis ojos el oculus rift, pienso que le he quitado al alimento todo buen sabor, porque su deglución y lo consecuente me producen repulsión. No pienso cambiarme de ropa todos los días. Planeo dentro del cuarto oscuro tener un solo vestido como Sócrates y varios del mismo color y del mismo estilo que Einstein. Voy a entrar a este baile con los zapatos sucios. Quiero engañar con mis apariencias. Voy a fingirme un loco como San Gerardo para ser víctima de violentas befas. En este momento tienen más valor mis binoculares, la filmadora, la cámara fotográfica y mi computadora que cualquier otra cosa. Las cosas que en realidad no estorban, es decir los objetos necesarios, forman parte del Reino Herramiental. No quiero perder más el tiempo. O mejor, debo ocuparlo todo en una sola cosa. Quiero ahorrar mi belleza dentro de la fealdad para el día en que conozca el culo de Circe. Mi descuido obedece al robot controlado por la costumbre. Deslizarse como un gusano no es indigno. El gusano se arrastra con la esperanza más auténtica y constante de que algún día va a volar. Helena debería estar contenta porque al menos mis suspiros han suplantado los ronquidos.
Creo que además de culófilo me he vuelto culósofo. El culo, es, el no culo, no es.  Manifiesto I: Aquí impera la ley del “voltear a ver." Manifiesto II: El culo de Circe no huele a mierda. ¿El culo de Circe será más joven que el de Helena? Me refiero al estado de uso. Cada individuo tiene su época para enamorarse, para enfermarse, y en la mezcla de las bacterias de la pareja esa comedia que causa la seducción terminará siempre en una tragedia. Tal vez yo ame el culo de Circe por ser una mujer madura con caderas de señorita, y claro, ¡qué maravilla!, ¡qué manera de animarlo con semejante energía! Un momento... ¿Yo amo su culo más que a mi niña? El amor ya no es ciego: es profético. No hay discusión, porque los hombres enamorados se fijan pero no se atan a los rabos de otras mujeres. El amor es cuestión de mutua supervivencia: el que ataca primero sobrevive, es decir, el que ama primero no se acongoja y el que olvida, liquida. Se puede amar muchas veces y de varias maneras, pero olvidar sólo una. Todo amor fallido conduce a la profunda convicción de que lo amen sin amar. Las plantas aman la tierra, añoran la lluvia y desean algunos insectos; sus raíces se aferran al alimento, pero sus hojas viran estupefactas detrás de la luz. El amor es invertir lo que quiero recibir, es rellenar los huecos que forman las caídas de los frustrados. Sólo un Donjuán ama de verdad, aunque sólo sea en el primer minuto. Amar es dramatizar para obtener un bienestar emocional. Todo enamorado es desdichado. Dawn with love. Es el masoquismo de la victimización. El amor real no manipula, no ata, la sanguijuela de la celotipia no hace mella en la cabeza. El cuerpo tiembla cuando se contempla con su pareja, revienta y sale de su guarida para satisfacerse en un encuentro fortuito. No he conocido esa clase de amor. ¿Dónde nació el amor? Adán conoció el culo de Eva hasta mucho después de la cuita. El culo fue, es y será culo, eternamente vivo, que se encenderá y apagará con regularidad. Amo perdidamente el rabo de una mujer. Quiero decir el culo, porque el rabo es de los irracionales. Lo digo con el sentido miramiento. El colmo de la mentecatez: amar una mujer sin culo. He ahí el dilema.

Viernes
Quiero escribir aquí, a bordo de mi nave, de mi Volkswagen, como siempre lo he hecho, que últimamente he sentido ansias de masturbarme. Y sé por qué. No tiene nada de misterioso. ¿Hace cuánto tiempo que no lo hago? ¿Desde un día antes de mi matrimonio? He sido casi impoluto. Las únicas equis que conozco brillan en Hollywood. Para no insinuar ninguna aberración, jamás he asegurado las puertas con picaporte. He comprobado que cuando estoy enamorado no cometo actos impuros. Me reservo. Y de paso, me conservo. Pero aún no me he masturbado, así que sigo siendo intachable. Si el hombre nace bueno y si la sociedad lo corrompe, entonces no existen los malparidos. El primer perfeccionista es el último pecador. No es una verdad a medias. El que niega una cosa está afirmando lo contrario. Por ejemplo, si le digo a un hombre que es cobarde, éste tratará de demostrar lo contrario hasta que yo vuelva a recordárselo. Nos atrae mucho más la pareja que rechazan los demás. Todos los vivos somos cobardes. Pero menos cobardes que los que siempre llegan puntuales. Quienes reiteran que son hombres realmente no lo son. ¿Por qué nunca se tilda de cobarde a una mujer? Quien dice no, e inclina la cerviz, quiere decir sí. Con una estricta excepción: La flaca es deseable. En ese aspecto nos diferenciamos de los primates. 
Toda mi vida he soñado culos muy particulares. Un día soñé a Ofelia flotando de bruces porque tenía los glúteos muy grandes. Vi a Julieta elevándose desde su balcón halada de su par de globos carnosos. Y en otra ocasión el culo de Medea me hechizaba y convertía mi cuerpo en pedacitos. “Qué clase de brujería encendida en mi razón. Pero me matas de amor sin salida y qué haría yo.” Aunque hayan sido visiones es un excelso privilegio experimentarlas. La visión tiene algo de verdad. De real. La visión aventaja a la imaginación en ese sentido. ¿Viajar a Marte es algo racional? La visión cumple la mitad de lo que planeamos. La visión es un viajero que tiene licencia para franquear todos los límites. El confín de la miseria es llorar contra la pared del desaire de La Barranquillera.
 Debo descansar cambiando de dinámica. Pero no de quimera. Reemplazando un oficio por otro. Porque al dedicar mi vida a la búsqueda del culo de Circe he abandonado cosas que me habían costado mucho encontrar. No sé cuántos días he dejado de ir a El Dorado. Tampoco he ido a casa. Quedamente y en silencio salgo a la calle cuando el sol se va y llego cuando el sol se acerca. Eurínome no se atreve a competir con mi marcha. “Debes laborar, dice Angelito, debes asumir una obligación. Tienes que trabajar para comer.” “No trabajes, dice Diablito, tú no puedes actuar solo por amor. Ni pensar en algo racional para escribir. ¿A qué creador le agrada que lo observen cuando no puede crear? ¿Ni espiar?” No voy a trabajar gratuitamente. Mi responsabilidad está en dificultades. Padece el quebranto de una mujer a quien le han acabado de practicar la extirpación del útero. En este momento no sé qué se sirve primero, si el vino o el pastel. No sé qué terminar de leer si el Ulises de Joyce o el de Homero. La inseguridad hace tambalear los oráculos y conduce a la magnificencia. No trabajo para nadie. No quiero jefes. A nadie le voy a conceder el placer de mandarme. Si no he obedecido a los dioses, mucho menos a los hombres. “Maldito el hombre que confía en el hombre.” Como todos los millonarios, voy a crear mi propio negocio. Como Kroc, voy a simular vender comidas rápidas para apoderarme de las bienes raíces. Hago lo que amo y amo lo que hago, mas no hago nada que otros hacen por amor. Y aunque caigo y caigo con persistencia, no soy tan bajo, como el hombre que modula su voz frente a quienes aparentan tener dinero.

 Sábado, tres de la tarde
El comercial va por buen camino. Es lo que creo. Sé que debo aprovechar cualquier coyuntura, pero en el arte se ignora el inicio de la consumación. No invento por imaginación. Muero un poco cada día para poder contarlo. “Si es cuestión de confesar nunca duermo antes de diez ni me baño los domingos, la verdad es que también lloro una vez al mes.” Para aprender a vivir más allá. Y eso me alimenta. Porque, ¿un artista casado, disciplinado, podrá crear algo legítimo? No. Sólo reproduce. Como el comentarista de fútbol que nunca ha pateado un balón. Pero claro, la obligación depende de la productividad. Los yacimientos de mi materia prima, el oro blando de su cadera que nunca se agota, camina libremente por la tierra. ¿Qué pensarían los bolcheviques del capital que genera el producto de este culo interno bruto?
Helena debe andar buscándome montada en el Pegaso de la cólera. Marco me dijo que anda indagando por mis ojos, por mis labios y por mis manos que la nutren. ¿Qué clase de inasistencia alimenticia necesita? Es desolador pensar que alguien que te ama te esté esperando en el lecho legislativo adonde no quieres volver. El orgullo de Paloma debió emprender su último vuelo. Desde que la niña no me ve, se para furiosa en el mirador, se lanza en su Aeropatín gritándole a la gente que es la Superchica. “Despegaste del cemento mis zapatos para escapar los dos volando un rato.” ¿Cómo es posible que su padre ande tontamente detrás de un culo eventual, de un culo ciego, volador y sin corazón, en lugar de llevar al parque a jugar para desvanecer la ira de su hija Paloma? Y tan simpático que es. Tan elegante. Y tan inteligente. De tan buena familia. ¡Morboso! ¡Obsceno! ¡Pervertido! ¡Vulgar! ¡Sinvergüenza que avergüenza a sus parientes y conciudadanos! ¡Indeseable! Cristóbal: The Ripper. ¡The Mae West’s son!

Lunes 27
“Yo sé que no he sido un santo, pero lo puedo arreglar amor.” Yo quiero algo que me arrebata lo que quiero. Pero, con el pesar de todo, me muestro natural y no soy ecléctico. Y no lamo el culo del Presidente para evitar que me eche del gabinete de mi Patria. Lo bueno de las malas lenguas es que cumplen a cabalidad los procesos de comunicación. Mi aconteser es legítimo y no artificial como el acontecer de los maquinalmente obedientes. Una mitad de la ciudad sabe que soy malo y la otra mitad dice que soy bueno. Entonces, si me lanzo a la política tengo autorización del pueblo para rezar y pecar. Son esas mis medias naranjas. Pero me desvela más lo que piense de mí la gente que no me conoce. Entonces la democracia moderna se inspira en la gente cordial que recibe abrazos, en la gente buena que atiende besos y la gente audaz que aprovecha culos.
Me miro al espejo y creo que tal vez sí sea el Mireno, el vergonzoso en palacio. “No soy; ¿seré que sólo por pretender ser más de lo que hay en mí menosprecié lo que fui por lo que tengo de ser?” Intento borrar en el reflejo lo que los dioses no quieren que sea. Si tuviésemos el privilegio de vernos viejos un minuto por año seguramente creeríamos mucho más en nosotros. Deben odiarme, porque soy fácil de amar. ¡Me denuncio! Yo me acuso. Sé que la peor arma jurídica es la emoción. Y me declaro ser humano. Un humano fallible que puede engañarse o engañar. Me nombro animador de una acción adventicia. Todos somos iguales, aunque unos se parezcan más a otros o imiten ciegamente los preceptos de otros. ¿Quién ha atestiguado que todos los alemanes son hitlerianos, que todos los nazis son antisemitas y todos los judíos creyentes? Los hortelanos no viven de la ensalada. No se lee el mismo libro con la cabeza sobre la almohada a los pies de la cama. En un principio, Butch Cassidy fue mormón. El papel estelar de Mike Rourke, el niño malo del cine, siempre será el de San Francisco. Puedo sospechar que los ídolos también pecan, pero no puedo asegurar que el mosquito que me pica y me contagia sea un héroe o sea un villano. No todos los frutos del árbol del bien y del mal fueron malos. Escuetamente, la elección no fue acertada. Jamás podremos elegir lo que más nos conviene. Hemos heredado la manquedad de equivocarnos a perpetuidad. De ser esclavos del albur del libre albedrío. Copy right of God.
Aunque no fume, no beba ni me conozcan otras mujeres deben considerarme un dependiente sin causa. Un adicto sin ton ni son. Dicen que vago como un autista. Además de zombi, retardado y chiflado. Y les doy la razón. Me hace falta ese cigarrillo que fuman los amantes luego de hacer el amor, ese trago de vodka en medio de la nieve, el trozo de pastel en Etiopía, la gota de agua en el infierno y el aféresis ineludible para todo este atractivo espectáculo. Voy a protagonizar cosas buenas, ajenas al placer. Todo se debe a mi primer viaje sobre aguas turbulentas. Espero tembloroso el día viernes 3 de agosto cuando empieza la realización del comercial. “Tengo el presentimiento de que empieza la acción.”
 Algunas páginas de libros esotéricos me informan que soñar culos significa infertilidad. Debo suponer que aquellos estudiosos de las cuestiones oníricas llegaron a estas conclusiones porque notaron lo que yo estoy viviendo. El culo nace y se destruye por gigantescas catástrofes. El culo de ahora tendrá la misma suerte. Quiero el amor. Con razón. Debo seguir hablando del amor en esta parte. En la siguiente, aún no lo sé. Mi boca sabe a besos de labios a un metro de la lengua materna. No creo en el amor clandestino. Persigo el amor. Amaría a quien me ame en silencio. Celaría a quien me vigile. ¿Quién no es infiel con el pensamiento? Con un culo ajeno. En la historia del amor, muchos han amado perros, gatos, incluso bestias, y hasta les han cedido el imperio a los caballos, y yo, ¿por qué no he de amar un culo? No soy como el hombre que dice querer a la mujer y que sólo compartirá su vida con ella si abandona los hijos que nos son suyos. Es la ley del león: hijo por hijo y diente por diente. Amar sin ser amado es como limpiarnos el culo sin haber cagado, es lo que dicen. Y también dicen que la vida es un mar de mierda que hay que pasar nadando, quien no sepa nadar la pasará cagando. El enamorado es como el idiota con un espíritu demasiado grande para su cuerpecillo o como un loco que ha nacido en una época equívoca, que ve cosas desconocidas y dice palabras sin sentido. ¡Aquí nace la Psicosemántica! Pero debo luchar por lo que quiero. Es el plebiscito del amor más fuerte. Las mujeres en realidad tienen cabeza, tronco, culo y extremidades. Pero el culo es el centro del mundo que tiene su propio eje lineal. Su visor privado. Su imagen que se encarna en 16 milímetros de mi cerebro. El nuevo mundo. Es un monumento topográfico que crea en mi cotidianidad una adorable genuflexión. Dejar de amar es una grave pérdida. Es una metamorfosis de la inconsciencia. Soy peor que el escarabajo que pone su huevo en el globo del cagajón. “Sólo de errores se aprende y hoy sé que es tuyo mi corazón.”

Martes, en la mañana
Anoche soñé que mi madre me cortaba los testículos y muchas mujeres reían a mi alrededor por causa de mi nueva suerte. Todas eran hermosas. Quería amarlas a todas. Poseerlas a todas. Deseaba destrozarles el corazón y luego abandonarlas a todas. ¡Quiero a mi mamá! Quiero andar detrás de mi mamá repitiendo como siempre sus oraciones de memoria. Quiero ser el rabo de su trabajo diario. El perrito faldero. Protegerle la espalda que ansían manosear todos los hombres. Mi esposa no me habla, mi hija no me mira. La niña es una chica súper poderosa que no necesita del abrazo paterno. Sólo califico para ser su amigo in-imaginario. No estoy en el sitio que quiero. No me siento. El Sturm und Drang me ha relegado al Verfremdungseffect haben. Helena y Paloma me tratan como si hubiese muerto. ¿Estoy Muerto? Debo dormir para sentar cabeza y poner los pies sobre la tierra. Pero antes quiero que alguien me diga qué hacer. Que alguien me indique cómo sustraerme de esta persuasión. Alguien que enderece las curvas que tuercen los caminos de mi rectitud. Soy católico[1]. Aprendí a rezar el rosario con mi madre. Me casé por la iglesia para no vivir con mi mujer en pecado. Pero si aún estoy en la calle, es porque ciertamente no la amo. Mis instintos asestados hacia el apareamiento aún no favorecen la idea de haberme casado. Sin embargo, aún no he adquirido la inmadurez completa para ir a clausurarme a un monasterio oriental al lado de otros perversos con el fin de santificarme. Tampoco voy a cambiarme de nombre, no voy a adoptar un Alias, como los hacen los Pontífices.
Circe anda paseando mi oráculo. Eventualmente, yo soy mi consuelo, mi propia profecía y mi válido consejo. Busco mi auto-aceptación. Mi propia observación. Pero el hombre es una alcahueta de sus propios placeres. Es un creador anónimo de sus anacronismos nefandos. Voy a pensar que deseo a otra mujer. Se llama Circe. No es nada nuevo. Estoy seguro. Pero la ley dice muy claramente: “Hasta que la muerte los separe.” Ahora quiero separarme como lo hacen los famosos, pero el Estado se ha desangrado con el aborto y está a punto de tragarse de un bocado el banquete de la homosexualidad, en lugar de consagrarse en legalizar las migajas del divorcio. “Los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. Quien ama a su mujer a sí mismo se ama.” Es cierto lo que se lee, pero nos hacemos los indoctos y creemos lo contrario. “Te mostraré mi talón de Aquiles, mi poesía.”
La vanidad es fea. Maligna. Cristo fue horrible para ser despreciado. Es la ley. Cuando me veo bello, cuando me toca el desorden del apollineu, entonces, me preocupo. No es una blasfemia, sino un halago. Satanás quiso ser más iluminado. Querer ser más es ser menos. La belleza es el atajuelo hacia el placer. La mujer pare con dolor, pero se venga de los dioses con el poder de su maquillaje. Subir demasiado es acumular impulso para bajar. La soberbia me anuncia que ya es tiempo de volver a caer. Famosos empresarios que empezaron desde el primer piso, terminaron arruinados lanzándose del último. 
Soy consciente de que no puedo contra los dioses. La idea edénica me atormenta. La religión me tortura. Quisiera vivir en el mundo de otro universo que profese otra religión. Otro mundo donde el culo no sea un ídolo de adoración. El mal me ofrece todas las ventajas. Voy a perfeccionarme en lo que es catalogado como malo. Lograr poseer su culo justificará mis medios. El culo de Circe me facilita las cosas que los dioses me hacen difíciles. Porque su culo no es una cosa y tiene conciencia. Él vive. No es inerte. Y a lo largo de mi desplazamiento voy pegando mis carteles: ¡BUSCO UN CULO VIVO! Y ofrezco mi indisciplina como recompensa y exhibo mi desorden como encubrimiento.
Soy un apóstata que actúa bajo presión. La idea de cumplir lo que los dioses sueñan me desespera. Con mi primera oración abrí las rejas del miedo. Soy un alma en pena elegida para arbitrar esta soberbia disputa maniqueísta. Mi cuerpo es el campo de batalla entre el deseo y la castidad. El artista es el coliseo donde se enfrentan los gladiadores del bien y del mal. Es un camerino donde los demonios despluman a los ángeles y los ángeles enredan las colas de los demonios. He sido el chivo expiatorio usado lo más humanamente posible para que odien y sufran todos aquellos que me quieren. Desde mi nacimiento, ya llevaba en mi historia personal la guerra perdida. En el coito de mis padres, ya había heredado todos mis pecados.
 Todos somos modelos referentes. Las gordas de Botero se nutren con la vanidad de mi gente. Pero no todo depende de nosotros. Yo estoy siempre alerta. En defense tous azimuts. Debo conformarme con una venia respetuosa hacia el pecado mortal. Ser la verbi gracia del beneplácito de mi circunstancia. Sé que hay algo que no sé. Algo redondo que va a rodar y no sé adónde irá caer. ¡Sálvese quien pueda! La justicia tarda, pero llega tarde. Hasta que la muerte nos ampare. Una mujer con un gran culo es la muerte. Pero la muerte genera una vida nueva. Y exonera. Eso consideré luego de ver fallecer a mi padre. Un hombre que aún creía que los primogénitos debían ser iguales a los patriarcas.



* Culo, del latín culus, parte inferior y posterior del tronco de los racionales sobre la cual descansa el cuerpo donde uno se sienta.

[1] Había dicho que “culo” es una palabra que proviene del latín, lengua universal de la Iglesia Católica. Entonces, el culo proviene de Roma. Estado que dio a luz el Derecho.



miércoles, 13 de enero de 2016

La Literatura Robótica



La literatura Robótica

Por Heldyn Guevara Revelo

La sensibilización lectora origina la relación artística entre el hombre y  la máquina. La primera referencia  alusiva a los robots, se observa en el Libro XVIII de la Ilíada, donde hacen la aparición los sirvientes mecánicos. Hefestos, dios del fuego, crea una nueva armadura para Aquiles, asistido por sus robots. La traducción dice que eran “sirvientes dorados deseosos de ayudar a su amo. Se parecían a las mujeres
reales y no podían hablar ni usar sus miembros, pero fueron dotados de inteligencia y entrenados
en el trabajo por los dioses inmortales.”
La teoría de la Literatura Robótica, es ajena a la ciberliteratura, o
literatura electrónica, publicadas en formato digital única y exclusivamente en la red. Mucho menos
se puede clasificar dentro del género de la Ciencia Ficción, porque los robots existen y cumplen una
función mecánica. Sin embargo, es relevante afirmar que existen autores que vieron en la robótica
la inspiración para complementar sus obras literarias con máquina con formas humanas interactuando con la sociedad. Isaac Asimov (1920-1992), por ejemplo, estipuló un listado de instrucciones que los robots debían recibir para reducir daños hacia los humanos. Estas instrucciones se conocen como Las tres leyes de Robótica. Ellas son:
1) “Un robot no debe lastimar a un ser humano ni, a través de la inacción, dejar que una persona salga lastimada; 2) un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto cuando
tales órdenes entran en conflicto con la Primera Ley y 3) un robot debe proteger su propia existencia siempre y cuando esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.” Es prioritario resaltar en esta instancia de la construcción de la teoría de la robótica literaria, que de las anteriores leyes se sugiere enfatizar en la relación Hombre Máquina, como una relación afectiva más allá de la necesidad de servicio.
La proliferación de las máquinas al servicio del hombre no desestima detenerse o desaparecer. Al contrario, cada día el hombre crea un androide que trate de suplir la exigencia laboral que aminore los esfuerzos mortales y sobre todo que sea solidario con la escasez del tiempo empleado al límite de la ocupación de los últimos tiempos. Rosa Olivares afirma que la máquina no sólo debe servir al hombre sino que debe nacer como un ser de conjunto y sociedad: “Porque la máquina es el deseo completo: es lo nuevo, pero es también el símbolo del progreso, y desde luego una especie de espejo para el hombre y, sobre todo, implica un deseo cada vez más cercano de alcanzar la perfección. En la tecnología como en ningún otro terreno el hombre busca la máxima rentabilidad, la belleza completa y la perfección como único objetivo. Cada generación de máquinas es más perfecta. El ordenador, como máquina más desarrollada, es el mejor ejemplo: una máquina con memoria, una máquina que efectúa cálculos mejor que el hombre, cuya memoria es impensable para un ser humano, con una velocidad en sus procesos infinita, una máquina de la que se espera que juegue al ajedrez, nos ayude a guisar, y a la vez dé la hora, que sirva como máquina entre las máquinas. El progreso debe ser esto, una máquina que nos acompañe.” (OLIVARES, Rosa. Exit, Imagen y Cultura. Nº 31, Agosto / Septiembre / Octubre 2008)
La Literatura robótica crea máquinas a imagen y semejanza del hombre. Veremos en este género máquinas con alma, con valores y con una personalidad espiritual evidenciada no solamente en sus diálogos sino en sus actuaciones  positivas, optimistas y prácticas. Y como formamos parte de un país de trascendencia mundial violenta, el deber de nuestra Institución, ubicada en un sitio vulnerable a la beligerancia, como lo es Colombia, nuestra misión literaria rechazará la barbarie y la agresividad de las máquinas en contra de los hombres y por supuesto el mal uso de la palabra “arma.” 

El concepto
Vemos entonces que la teoría de la literatura robótica que hemos forjado para el beneficio de nuestro Semillero de Escritores y Promotores de Lectura se compendia en el siguiente manifiesto conceptual: Literatura Robótica: Género Literario que recrea la relación hombre-máquina en una metáfora de la sensibilización afectiva, donde la máquina, además de suplir los esfuerzos en las labores humanas, se ofrece de compañía, y donde el hombre además de ser servido atiende y programa con datos pasivos la máquina para no ser agredido.

*Heldyn Guevara Revelo, docente Lecto-Escritura, Habilidades Comunicativas y Metodología, Institución Universitaria Tecnológica de Comfacauca ITC. Director Taller de Escritores, Universidad del Cauca, Santander de Quilichao.


viernes, 8 de enero de 2016

Las TIC en las necesidades educaativas


Las tic en las necesidades educativas
Por 
Heldyn Guevara Revelo
Más allá de cumplir con los procesos de comunicación debido a la situación geográfica de los estudiantes o personas físicamente impedidas, considero que la Educación Virtual ha ido posicionándose en un lugar de privilegio tanto para investigadores y estudiantes como para creadores.   
Aunque la educación virtual no posee un contacto físico directo, existe una compenetración entre maestros y alumnos y al romper el carácter de obligatoriedad, motiva la continuación de los estudios, aspecto que no sucede en la educación presencial. La necesidad de educarse lo más confiablemente posible en un tiempo al tope de actividades paralelas, hace que la educación virtual no sea una alternativa, sino una prioridad que en un futuro, gracias a las NTIC, como la multimedia,  compense y llene los vacíos de aquellos sedientos de conocimiento y superación personal.

El hombre como ser social, es un individuo necesitado de acciones externas o estímulos que lo motiven para reaccionar y funcionar. Esta ley del Conductismo, fue uno de los primeros aspectos que se tuvieron en cuenta para revolucionar la educación futura y adecuar  la virtualidad en una conexión de estímulo y respuesta. Este tipo de enseñanza programada o sistema de enseñanza por medio de máquinas o herramientas programables crearían poco a poco una retroalimentación en la enseñanza del funcionamiento lo más óptimo posible de los ciclos de comunicación.
Es por eso que las NTIC en la educación, donde la Multimedia ocupa un sitio estratégico importante, debido a multifuncionalidad, se ha convertido en paradigma de la información interactiva para personas con limitaciones de tiempo y de impedimentos físicos marcados.
La Multimedia y su sistema de audio-video conjuga los procesos de informacIón en las necesidades más apremiantes tanto para docentes como para los alumnos y ha dado paso para su correcto desnvolvimiento y aprehensión a los ambientes virtuales de aprendizaje.
En relación con los videos donde se presentan las herramientas participantes como proyectos académicos para crear los Ambientes Virtuales de Aprendizaje AVA, no solo hacen referencia a un ambiente físico sino humano, donde las tecnologías por si mismas podrían ser artificiales sino se les suministran un marco pedagógico en un ambiente de aprendizaje en línea, cuyos contendidos sean simples y cumplan el proceso de comunicación al calor humano entre docentes y alumnos.
En cuanto a todo lo anterior, los videos han permitido, en mi caso, entender con mayor facilidad los textos de estudio. Sin ellos, probablemente las investigaciones serían en blanco y negro como lo muestran los videos, cuando la tristeza invade todos los sitios de enseñanza donde no hay computadoras. Pero al existir los instrumentos virtuales aparecen arcoires de información floreciendo en la sonrisa de los niños. Personalmente, considero que la educación tradicional, tan huérfana y depresiva y distante, debe ponerse al día con el calor humano que destila la educación virtual comprobada en la efectividad de los procesos de investigación y del aprendizaje.

lunes, 28 de diciembre de 2015



Carlos Hernando Guevara Rodríguez
El último romántico del Sur.

Un Prólogo de la obra Evocación al tiempo y a la vida

Por Heldyn Guevara Revelo

Las arrugas en mi frente
Son los libros que he leído.

Hernando Guevara Rodríguez
(1929-2006)

Evocación al tiempo y a la vida, no es un libro común y corriente. No es una obra romanticona, ni “floripondia”, como diría María Mercedes Carranza. Tampoco refleja un Romanticismo europeo mal entendido, como lo asimilaron los poetas que se suicidaron en sus lágrimas. Hernando Guevara Rodríguez, El poeta del ovni, es el modelo referente, del Sturm Und Grand (Tormenta e ímpetu) alemán, anti racionalista, que con principios filosóficos de academia, multiplicó sus sentimientos en proeza emancipadora y patriótica. No tiene nada de Aurelio Arturo, ni amenazó nunca en sus sonetos atragantarse con su imitación para lograr un escaño en la literatura nariñense. Su anonimato atacado por cobardes políticas, no impidieron que su inmortalidad la obtuviera en el ejemplo que les dejó de herencia a los maestros del amor sureño: transformar lo local de su terruño en lo universal de la irreverencia. 
   Su obra no posee un título soberbiamente metafórico para revelar una vida como lo han hecho, a excepción de Proust y su obra A la recherche du temps perdu (En busca del tiempo perdido), los autores de libros comunes y corrientes. Es una obra que demuestra de principio a fin que el autor es consciente que la vocación literaria no es un don divino, fanático y vanidoso, subordinado de la inspiración, sino el resultado de la experiencia vivida.
Y más que una confesión honesta, es una denuncia valiente de las debilidades masculinas por la mujer. La naturaleza, la religión y la historia que conforman la simbiosis de la conciencia humana.
Pero estas palabras humildemente aristocráticas detentan una política clara expresadas en un personaje común a todos como es el General Nariño. De ahí que el autor, formule un equilibrio, una equidad en los sentimientos de los hombres a través de la poesía. Si todos poseemos iguales apetencias y admiraciones, por lo que nos rodea, absolutamente nadie puede ser superior ante los demás. La mujer es el sexo débil que debilita a los hombres. A los hombres iguales. Por eso es que el autor, no remilga del pecado de Eva en el poema Mujer ideal, y la condición masculina de estar obligado a ganarse el pan con el sudor de la frente. De ese trabajo por conquistar a la mujer difícil. Hernando Guevara Rodríguez revela en Por qué amo a una mujer: Porque es esquiva al beso/y lo hace porque teme al diablo/ y al infierno/al ángel de la guarda/, al duende o al dolor.”  
La mujer baila con distintos trajes a lo largo del pedestal de toda la obra. ¿Acaso siquiera los místicos se han atrevido a leer a un devota en calidad de mujer de Dios? Nuestro autor lo hace en A una religiosa, porque no la ve como una oponente, sino como una mujer eternamente inalcanzable, análoga al poema: A mi madre,  que reza en uno de sus versos: “No sé si en el sarcasmo de la vida/haya otro amor tan puro y tan sublime… Es ese amor de hadas que disculpa nuestras faltas, es el amor que nos hace perfectos ante los ojos maternos.
¿Pero qué más evidencia de verdad puede haber en el poema religioso? El autor Guevara rompe con las normas estructuralistas al reflejar en su obra su vida legítima de seminarista. Y en A Jesús crucificado, condena el sistema religioso retando las leyes eternales: No te cansa estar así pendiente (…) Pues no te libro. Porque Tú quisiste/cargarla a cuestas en venganza mía.  Y se purga de los falsos religiosos en Asceta: Y amo el ascetismo y por sus fines muero/ ya que no encuentro esfera dónde posar la planta. La religión de Hernando Guevara Rodríguez es como su obra, única, dadivosa, donde su dios se crucifica, se martiriza, como no lo ha vuelto a hacer ningún hombre hecho a imagen y semejanza. La Naturaleza, asunto reiterado de los románticos, despliega en Evocación al tiempo y a la vida, un encargo muy particular como es el de las “obligaciones de los seres”. El autor no intenta cantarle a las formas telúricas por su belleza superficial, sino por sus oficios entre el ambiente circundante, como la situación vivencial de La hormiga: “La mole que en sus hombros lleva a cuestas/un siglo de existencia representa.” Ese el  símbolo del trabajo que excomulga del arte la inspiración y simboliza la ardua labor del escritor. En Mariposa. Por ejemplo, más que la silueta de un vuelo sutil y pintoresco, es la encarnación del pasatiempo visual de los hombres en el centro del mundo, es dios, es el hombre mismo que dejó a tras el gusano del tiempo omiso. La mariposa es la luz, es el ovni, -¿qué poeta le ha cantado al ovni?- sobrenatural del Apocalipsis. Es la filosofía del hombre parangonada con el oficio de la criatura.
El poema Tu Filosofía, nos recuerda el expresionismo confesado por Kafka en La Metamorfosis, porque el hombre no es más queun pobre gusano que se arrastra paso/ buscando en qué posar su pobre testa.” El animal es el mayor contacto comunicativo que el hombre haya podido tener con la naturaleza: con el campo, con la vida rural, que poco a poco ha ido perdiendo su inocencia influenciada por el libertinaje instaurado en la ciudad. De ahí que en Natura el autor proclame: “En el seno del bosque hay un arrullo/que contrasta al insulto y la violencia.” Hernando Guevara, silbando y repitiendo de memoria los discursos de Gaitán, recolectando la leña en su estancia abrigada, afirma que los saludos amables de la gente de los pueblos se transforman en insultos. En el poema A Bogotá, la capital de la violencia: describe una ciudad que hay que visitar desde arriba, a 2.600 metros más cerca de las estrellas, desde el lado de Dios, con el fin de demostrar la fe por el gamín, un niño mitad hombre y mitad bestia.
Los poemas A Barbacoas, A Samaniego, A Pasto, A Madrigal, Oda a Cumbitara, -su tierra natal, donde de niño vendió panelas, de ahí su corazón dulce y dadivoso, amante de la Educación y que fundó colegios sin un peso en el bolsillo-, testimonian las memorias de un viajero sedentario del tiempo, porque donde vaya siempre tendrá en la cabeza el recuerdo estático, real, de un trozo terrenal que se encarna en las señales de las manos causadas por la pala y el azadón.
Sin duda que los lectores de esta poética que empieza, encontrarán en Evocación al tiempo y a la vida, no solo una forma distante de la naturaleza por siempre imitada de Aurelio Arturo (que como García Márquez a Colombia), ha ensombrecido tanto autor nariñense, sino que será testigo que cada verso es ajeno a cualquier mentira literaria.
¡Ahí va Hernando Guevara Rodríguez, el último romántico del sur, surcando el cielo tripulando su ovni sobrenatural!    


POESIA

CORAZON
Sin querer estar junto a tu presencia
Te llevo asido por donde yo vaya,
Como norma mortal de la existencia
Tras la sombra de un sol que ya desmaya.

Tu jadeante latir, cual la conciencia
Me acompaña sin fin con tanto anhelo
En busca del ideal y la sapiencia
Como hoy se busca la paz en claro cielo.

Tu dictamen es la ley inexorable
Que acelera a pagar grata condena
Porque el tiempo es pasaje impostergable.

Si eres el péndulo que mide la existencia
Haciéndola eventual inexorable
Solo se espera que dictes la sentencia.

¡SEÑOR!
No imploro porque sufro sin medida:
No quiero que me des algún consuelo
Porque sé que dirás desde tu cielo
“resígnate nomás vive tu vida”.

En cambio aquel que luche en la refriega
Te clama con sus manos destrozadas
Implorando tu amor, pero no llega
Quizás porque a él no alumbran tus miradas.

¡Señor!, no sé por dónde enviar mi queja;
Ya la oración en mí se hizo rutina
Que en vez de acercarse a ti se aleja…

¡Señor!, si tu bondad en mí no deja
Que sienta ese dolor en tus espinas…
Mira en el mar la barca que se aqleja…

A MI MADRE
No sé si en el sarcasmo de la vida
Haya otro amor tan puro y tan sublime
Que pueda restañar esta honda herida…
Ni cuál es el amor que nos redime…

No sé Madre querida, si es la hora
De acordarme de ti. Como en antaño
Me acordaba de ti, cuya memoria
Se renueva en mi ser año tras año.

Y sin embargo por tu amor yo vivo
En medio de este mar de sinsabores
Donde me pienso en soledad cautivo.

Y al par de comprender tantos dolores
Consuelo en tu recuerdo yo concibo
Porque eres el amor de mis amores,.

Hernando Guevara Rodríguez
(1929-2006)


Heldyn Guevara Revelo

Ipiales, diciembre de 2015


Robo, pero no soy ladrón

“No robe: al Gobierno no le gusta la competencia” (Graffiti)


Por Heldyn Guevara Revelo

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha sido condicionado y aún obligado a cumplir el acto de tener “algo” que ocupe el vacío de su estómago y de su entorno social. El hombre de la Edad de Piedra poseía un mazo para alimentarse y para defenderse. Pero a medida que evolucionó y que fue interactuando con otros individuos semejantes, al notar que éstos eran dueños de notables opulencias a las que no podían acceder con facilidad, embestía usando los medios posibles para arrebatar aquellas posesiones que los convertían en seres socialmente inferiores.
Y no es extraño que la palabra robar provenga de los visigodos (ibéricos, reconocidos porque hurtaban con violencia todo lo que podían), quienes la expresaban con el verbo raubon, que en el alemán moderno cambió a rauben, y que en castellano se convirtió en robar, tras pasar por el latín vulgar raubare. Luego el germano lo adoptó como raupe, es decir, ropa.
La literatura universal ha tratado la fechoría del robo como el elemento sustancial de las obras realistas. Víctor Hugo en la obra Los Miserables, personifica este acto delincuencial en Jean Valjean, un hombre que roba un pan para alimentar a su hermana y sus siete sobrinos, y es condenado inicialmente a cinco años que posteriormente se extienden a diecinueve.
¿Pero quién no ha robado por hambre, por vanidad, necesidad (no confundir con necedad), por codicia, egoísmo, envidia o por enfermedad? ¿Quién no ha practicado el negocio de robar? Los hay ladrones de confianza y ladrones de abuso. Ladrones de combustible, ladrones del sueño del vecino y los muy de moda ladrones de datos. Lo hacen algunos  niños y los padres en el supermercado. Lo hacen algunos sacerdotes cuando predican y en la noche comparten el botín de la limosna con sus bellos jovencitos. Muchas impresoras de nobles hogares imprimen con tinta de las computadoras de los estudiantes. Qué decir de los políticos o de los contratistas que sin ser ladrones roban los excedentes creados por medio de cifras falsas de los proyectos sociales ó emplean para las obras civiles materiales de muy baja calidad. Cuántos no andan exhibiendo sus lujos (porque ahora lo robado sí luce) y compitiendo con los que no tienen, creyendo que algún día su conciencia podrá superar u olvidar que lo que han obtenido ha sido producto de negocios ilícitos. ¿Y porqué no perduran las pirámides de captación de dinero? Porque en realidad no son pirámides sino flechas que apuntan hacia abajo.
El tres de mayo el alcalde de Bogotá fue suspendido de su cargo por la Procuraduría (Ministerio Público) por supuestas irregularidades en la adjudicación y ejecución de obras en Bogotá dentro del escándalo conocido como el "carrusel de la contratación", por el que su hermano, el senador Iván Moreno, también del PDA, ya está en prisión. Y por estos días también se imputaron cargos a cinco procesados por el escándalo de corrupción en el sector de la salud. Los cables dijeron: “Los imputados son: Claudia Patricia Rojas Puerta, ex coordinadora del grupo de recobros del Ministerio de Protección; Luis Andrés Ruiz Martínez, exdirector de sistemas del mismo Ministerio; y los particulares Edgar Medina Millán, Héctor Mauricio Durán Poveda y John Carlos Lemus Rodríguez, quienes deberán responder ante las autoridades por los delitos de concierto para delinquir, peculado por apropiación, cohecho propio, enriquecimiento ilícito para terceros y prevaricato por acción. De acuerdo con lo establecido por la investigación, se habría producido la apropiación de 24 mil millones 633 mil 617millones de pesos, mediante recobros inflados y a nombre de personas fallecidas, entre otros procedimientos. Según lo expuesto por el fiscal del caso, los hoy procesados supuestamente utilizaron cuentas de terceras personas para desviar los dineros que recibían de las transacciones ilegales.
Estos ladrones no tienen nada que envidiar, por ejemplo, del ladrón más famoso del mundo conocido como “Mr. One”. Ronni Biggs, fue el ladrón más admirado, el fugitivo más famoso (ausente por 35 años), el delincuente más iconoclasta y burlón del mundo. En 1963, asaltó el tren postal Glasgow-Londres cargado con el dinero que los bancos enviaban a la capital británica. Fue un golpe perfecto, calculado con precisión, que no dejó ninguna víctima fatal. Ronni Biggs, reconocido por la farse: “El trabajo apesta”,  asaltó el tren dotado con 2.631.784 libras esterlinas en billetes chicos, algo así como 60 millones de dólares de nuestros días.  “Los Sex Pistols, adalides del movimiento punk inglés, lo invitaron a cantar el tema No One Is Innocent, toda una declaración de principios. Más tarde, Biggs se relacionó con la banda alemana Die Toten Hosen y la argentina Los Violadores.”
De lo anterior, no nos sorprende (y es extraño que los
colombianos aún nos sorprendamos de alguna cosa) las cifras exorbitantes del robo, sino que se tenga esa intención maligna de atentar contra la saludo los propios hermanos colombianos. Tal vez el ego le haga creer al político que como el césar es un elegido de los dioses y no por el pueblo y por eso se otroga el honor de explotar los “bienes naturales” que le rodean. O si no veamos el concepto de corrupción: “El abuso de posiciones de poder o de confianza, para beneficio particular en detrimento del interés colectivo, realizado a través de ofrecer o solicitar, entregar o recibir, bienes en dinero o en especie, en servicios o en beneficios, a cambio de acciones, decisiones u omisiones”. 
Un día, en el bautismo de mi hija, el cura nos dijo a todos los asistentes en su sermón “El infierno está lleno de curas y políticos.” Si él lo dijo hay que creer. Curas pederastas y políticos corruptos. Cuando Caicedo Ferrer fue descubierto en su obra contra el pueblo, la televisión comunicaba que: “Todos los políticos roban, pero Caicedo ferrer se dejó coger por pendejo.”
El robo es la usurpación del bien ajeno contra la voluntad razonable de su dueño, por eso el séptimo Mandamiento: No robarás, exige respetar los bienes ajenos y pagar las deudas. Este mismo mandamiento acentúa en no quitar o retener lo ajeno contra la voluntad de su dueño y causar daño al prójimo en sus bienes. Y finalmente sus principales contravenciones tienen que ver con: no trabajar conforme al deber o trabajar mal, no pagar el justo salario a los empleados y obreros, servirse de la miseria del prójimo o de la escasez pública para acaparar o enriquecerse con injustas subidas de precio, no cumplir los deberes de propio cargo permitiendo que se perjudique al prójimo o al bien común, prestar dinero u otra cosa exigiendo un interés excesivo, engañar al prójimo en el comercio con pesos, medidas o monedas falsas, o con mercancías malogradas o averiadas; retener bienes ajenos contra la voluntad de sus dueños, sobornar o exigir coimas y colaborar en cualquier robo o injusticia contra los bienes ajenos.
Sin ser tan duros, podríamos decir que para una clase de ladrones existe una enfermedad llamada Cleptomanía o trastorno de la personalidad que lleva al robo compulsivo para satisfacer un desorden mental, donde el enfermo se percata de la gravedad de la falta una hora después de haberlo hecho; mientras que los otros, los profesionales, lo hacen por satisfacer una necesidad material, económica o social. ¿Pero cómo saber cuándo se está cerca o frente a un ladrón? Cuando se reciben continuamente adulaciones de parte del maquinador.  Finalmente, el cleptómano es más fácil de atrapar porque no empleó mucho tiempo en planear su pequeño gran golpe.
Hablando en forma figurada se puede afirmar que en Colombia algunos incendios han sido causados por los mismos bomberos. Por eso mi mente morbosa no es culpable de imaginar que todo lo que podría hacer un vendedor de ataúdes. Hemos visto desfilar muchos policías con los brazos en alto. Falsos ciegos han levantado, gracias a las limosnas, bellas mansiones con hermosa vista frente al mar. Serias cajeras han inaugurado sucursales de almacenes creando la competencia contra sus antiguos empleadores. Cuántos vigilantes han sido cómplices de desalojos de propiedades o desmantelamientos de artículos empresariales. ¿Son honrados todos los legisladores que ocupan una curul en el Congreso? Cuándo habrá otro terremoto, otra huelga u otro accidente en carretera para saquear lo poco que nos falta. ¡Oigan rescatistas no han sustraído nunca nada de los muertos tibios? ¡God-bye Petroleum of my beatiful Colombia!
Después de lo arriba conocido, ¿acaso usted también es un ladrón? Cuando yo fui partícipe o protagonista de algún caso ya mencionado, use mi experiencia delictiva para reflejarla en la literatura, porque un autor debe escribir de lo que vive. ¿Acaso un hombre disciplinado podrá escribir auténtica literatura? Jamás. Sólo será un reproductor absorbido por las influencias y un consultor permanente de la vida en las bibliotecas. Cuando yo robé por primera vez plasmé la adrenalina en el papel de una manera muy romántica escribiendo lo siguiente: “Quiero llamar tu atención como el ladrón que corre por la calle”, y: “Quiero que me recuerdes siempre como aquel que un día me prestó el dinero que yo jamás le devolveré.”
El escritor francés Jean Genet, el poeta del robo, empezó su carrera delictiva a los diez años y fue condenado diez veces. Pasó tres cuartas partes de su vida tras las rejas donde escribió su obra más reconocida Diario del ladrón. De seguro, Genet aunque dedicó su vida a sustraer bienes ajenos, jamás practicó el plagio literario, —como lo han hecho muchos escritores de corbata a quienes Rimbaud orinó muchas veces en las mesas—,  para terminar su obra que le donó su propia experiencia.      
Muchos dueños de lo ajeno aseguran con perspicacia que ellos no son ladrones porque nunca han puesto un pie en la cárcel. Por lo tanto, si fuesen sorprendidos, especialmente aquellos que tienen inmunidad diplomática, suplican que se les conceda la casa por cárcel. Casa atiborrada de objetos que no les pertenecen. Otros, añoran su casa-cárcel porque no pueden vivir en la sociedad sin quitarle un peso a nadie.
Se sugiere no malinterpretar el precepto del Concilio de Vaticano II, Gaudium et Spes, 69; Catecismo, 2448 que reza: “Desde luego, quien se halla en situación de necesidad extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí.” O la teoría del hurto famélico (Feuerbach) que justifica el hurto por necesidad extraordinaria, donde el objeto del robo debe ser comestible y donde se aconseja apoderarse sin violencia no más de lo que se necesita.    
De todas formas les debemos muchos a los manilargos. Muchos de ellos dan de comer a muchas familias…de policías. Y sin ellos no existirían las películas de policías y ladrones. Y aunque se dice que quien no roba es un tonto, si usted es ladrón, no le robé a otro ladrón porque no tendrá mil años de perdón sino que podrá amanecer con la lengua de corbata. En conclusión todo ladrón, tarde o temprano culmina robándose la conciencia, y especialmente la libertad espiritual, porque "¿De que sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?" (Mt: 16, 26)

San Juan de Pasto, mayo de 2011.

heldynguevararevelo@gmail.com




EL REALISMO RADIOGRÁFICO

¿Arte Violento? ¿Arte de la violencia?
¡Vivimos de la violencia para morir en paz!


Manifiestos radiográficos

Por

Heldyn Guevara Revelo



¿Arte Violento? ¿Arte de la violencia?
¡Vivimos de la violencia para morir en paz!

¿Arte Violento? ¿Arte de la violencia? Lo que fuese. ¡Vivimos de la violencia para morir en paz! Vivimos muertos de miedo para nacer valientes. Y salir a mover el esqueleto por las calles es una aconsejable estrategia de evasión de la inquietud por menoscabar los mal parados compromisos. Viajar a través de las zonas verdes o realizar actividades pedestres, como leer el diario en los andenes o en las bancas de los parques, son terapias sociales que dan holganza a las especulaciones irracionales. Leer el periódico bajo la luz de la locomoción, son la fusión de dos labores de una usanza complaciente que está al tanto de la realidad por medio del ejercicio, porque generalmente las malas noticias, las aventureras, las que más distraen, se escriben con los dedos en el gatillo.
Es sugestivo releer los asesinatos de las primeras planas y concluir que los méritos de la inteligencia militar se deben a los desplazamientos tácticos de la inteligencia criminal.
Es atrayente la imagen a todo color de la muchachita con una disección en su vagina prolongada hasta su frente. Tanta imagen maravillosa sí puede ser verdad. El colombiano ya tuvo suficiente para volverlo sensible al placer y al dolor, para que nazcan en él ideas, deseos, hábitos y destrezas de todo género. Hoy en día, la imagen representa la condensación reductora del trabajo analítico e interpretativo del lector, del oyente y del televidente. Los titulares de la prensa escrita se deleitan plasmando argumentos innombrables en otras épocas. El Sensacionalismo viene perdiendo su vago nombre en este país cuyo rojo de la bandera está aventajando en una franja al amarillo.
Las imágenes sangrientas encabezadas por inmensos anuncios desmesurados, son el imán del sobresalto perecedero de los transeúntes que parecen no extrañarse que un padre, por ejemplo, haya violado a su hija, o que un psicópata esté asesinando a cincuenta personas con la culata de una escopeta. El sensacionalismo, ya no necesita de un detector de mentiras, que controle y regule la verdad periodística. Ahora más que nunca el sensacionalismo es para el periodismo lo que la literatura es para la crónica, pero con la providencia histórica y la profundidad psicológica de los términos.
La hiperbolización del lenguaje, constituye una exposición esencialmente de hechos que rebozan optimismo. De esa representación artística de la carne en átomos volando, de órganos colisionando, que yo llamo como Realismo Radiográfico. El Realismo Radiográfico, con el poder científico-literario de los Rayos Röetgen,  nace de la decadencia del Sensacionalismo, donde "Ya no hay nada in-creíble" y surge como una reacción a la violencia en el país. Su esencia teórica se sustenta en la descripción interna de las cosas físicas en la búsqueda de exteriorizaciones anímicas con  purificación de conciencias. El Realismo Radiográfico no contiene persuasiones surrealistas ni  sadomasoquistas. No vegetamos de la pesadilla ni adaptamos artificios a la carne diseccionada por sus asesinos, aunque vivamos emocionalmente de ellos. Obtenemos de la sangre la materia para plasmar la intolerancia nacional. Y de la carne segmentada el carácter para sostener la indiferencia estatal frente a los abusos de dictadores individuales, pastores abrigados con piel de hienas.  
Piernas amputadas, implantes a medio hacer, la orografía de las siliconas o tesoros antipersonales. Diríamos que el Marqués de Sade es el fundador original del Realismo Radiográfico, en el sentido metafórico de la expresión y sus componentes creativos, pero al margen del gozo interpretativo del lector/espectador, a quienes se ofrecen en bandejas tirajes corporales desvencijados. La extinción del Sensacionalismo arrastra consigo la época dorada del Materialismo. Quien vea primero ya no compra primero. Porque ninguna foto sangrienta impacta tanto en el receptor. Ya no hay nada increíble. Todo es posible. El fatalismo pluralista ya no sumerge al lector en un mar de ascuas bañado por olas amargas de dudas.
 El Realismo Radiográfico entra a edificar los defectos de los violentos. La mente recia y quebrantadora del artista plasmará una realidad con perspectivas pacificadoras. La exterioridad de la noticia sensacionalista ya no será más una tragedia sin purificación exterior, destinada a la venta y no a la reflexión colectiva. Es una cualidad temporal, consecuencia de la velocidad visual de estos tiempos. ¿Existe creatividad en el sensacionalismo? No. Jamás. Y hay que diferenciarlo claramente de la Publicidad, en donde su fin, aunque netamente mercantilista, le deja al consumidor el sabor de una lúcida moraleja.
El humor, signo de una mente inteligente, irriga las imágenes que varían de acuerdo al estilo del producto. Aquella concepción pragmática del sensacionalismo, hace uso de la visión mal preparada y pasajera de una especie de lectores que poco o raras veces contribuyen al mejoramiento de las situaciones embarazosas sufridas incluso por ellos mismos y la sociedad. La violencia, es el arma didáctica de este tipo de periodistas que adiestran a sus lectores por medio del dolor, la sangre, el escándalo, el chisme vulgar, la pornografía, la abolición de la vida privada, convirtiéndolos en adictos de sus propios dolores. Sus sentidos se enmarañan y se barajan.
El sonido de los golpes retratados en los ojos amoratados y tumefactos de las víctimas se transforma en conclusiones fragmentadas, sin ilación, acerca de lo que verdaderamente ha sucedido en el lugar de los hechos. Los ojos cuadrados frente al primer impacto visual de la televisión, a los comentarios extraoficiales de los presentadores de noticias que buscan rating en lugar de una sana información. Los rostros bellos de las mujeres que embellecen la pantalla leyendo noticias aprendidas de memoria. Piernas largas y bien afeitadas que se abren y se cierran en medio de las cosas secretas, que a nadie ayudan a contrarrestar el estrés ni la fatiga desesperante de sentarse en los parques a ver pasar muchachitas abusadas de mil maneras por las calles. Y qué hay de los combates radiales. ¿Y de pasar una tarde con periodistas que crean un programa de línea abierta para amas de casa con quienes comentan temas relacionados con la infidelidad y el abandono de hogar?
¡Sí que está arriba la explotación audiovisual de algunos medios de comunicación que viene haciendo de nosotros unos entes que de un simple comentario narramos una completa exageración! Ahora nos ocultamos en la bolsa de la hipérbole marsupial. Sólo nos queda decir adiós a la reflexión. Al arte. Al humor. Adiós a leer el periódico en familia. Adiós a la confianza. Al optimismo. Al idealismo con identidad. Adiós a la realidad de realidades. Adiós a los flacos de los cuadros y bienvenido el obeso periodismo sin razón. Cualquier parecido del Sensacionalismo con la realidad ya no es mera coincidencia.


I TEXTO RADIOGRÁFICO
Muevo el espejo retrovisor y me contemplo de la frente al mentón y de oreja a oreja. Las ganas de verme hacen que el espejo crezca de mi tamaño. Aunque me he dado cuenta que cuanto más me miro, menos me quiero. Unto los dedos con un poco de saliva y pego a mi frente algunos cabellos que, al principio de mi vejez, quieren huir de mi cabeza. Debo arreglarme. Lo exterior demuestra la coherencia mental. Vestirme a la moda actual, perfumarme con loción de marca y asentarme el cabello con gel para que brille como la cabeza de los admirados e iluminados, conforman una provechosa subvención para que me acepten en todas partes. Mi espejo lo sabe. Me comprende. Es tan fiel a mis principios de identificación que sólo tiene ojos para mí. Me disecciona por fuera y me escucha por dentro. Me peina, me ablanda la piel con agua de mis pupilas y me desuella soplando aire nativo de mi habitación. Al ver los pétalos desprenderse y resbalar de mi epidermis por el laberinto de mi esqueleto me hace recordar con vello legítimamente erizado los labios morados de Margarita pendiendo siempre de la soga marcada en la papada del cuello de mi hija. Pero el deseo no puede traspasar las puertas falsamente abiertas para rasgar el umbral de la dermis e irse a acostar sobre el éxtasis oscuro de la hipodermis. El amor no existe, en la piel. No late. No hincha los lascivos tatuajes. No son amores las cobijas de vellos de mi piel entretejidos por cutículas limadas. La carne no entiende el placer de la mente. Sin embargo, el espejo es noble atrevido al contemplar mi pene y alargármelo tres centímetros más, amplificándolo del prepucio, y de pegar mis orejas a la cabeza y respingar el cartílago de mi tabique que huele a mal. A pesar del calor, mi traje de vellón parece no fastidiarme. Tampoco el hecho de que no sea del agrado primoroso de las transeúntes a quienes voy a acosar. De las Indias amoldadas a los rostros pentagonales, de ojos rasgados con bocas extremadamente babeantes y desencajadas. Entonces, para darles gusto, y para evitar conflictos con los transeúntes, el espejo me estira el cigomático mayor y extiende hacia los extremos el masetero que sostuvo por tanto tiempo la pose de mis dedos intelectuales índice y medio. Templa diagonalmente el omohioideo comprimido de mis épocas de cigarrillo y empalma el orbicular desvelado de mis párpados. Luego redondea el triangular extendido a causa de mis besos tozudamente vulvianos; y para probar mi eficacia, deja arrastrarse por el externohioideo tres gotas de jarabe salival exento de burbujas. Pero descubre que escondo en la silueta roja una contracción generalizada que palpita laberíntica por todo mi cuerpo y que la carretera del esternocleidomastoideo, que me había hecho derrumbar tantas veces sujeto sólo de la sanguijuela labial de progesteronas papilas, proviene de los caminos destapados del temporal yendo a desembocar en la glorieta grande del pectoral que ha aplastado tantos cerros de generosos pezones. El espejo me hace contemplar los deltoides que cargaron las manos fragantes, analíticas, aprobadoras y suaves de aquellos instantes lentos, infinitos, contendidos en el principio del cerrar de ojos, antes del pasmo del beso consumador de la nueva conquista. Ruedan por mis tríceps decenas de pares de ojos sorprendidos y hermosos de muchas admiradoras de mis comerciales. Tirones dorsales del desespero, que pasearon meses después el fardo de una bebé, arrastraron los pliegues de mis glúteos para dirigir el impulso desde la aponeurosis. Las muñecas oprimidas en el glúteo medio que derrocaron decenas de clítoris, que volvieron a erguirse con las subacometidas del glúteo mayor. Y cuando bajaba encadenado del trapecio al aljibe de cuerpos cavernosos, aprendía cómo soportar las succiones de bocas extranjeras en el cinturón del pectíneo, que desde el dorsal lanzaba una dentellada eléctrica hasta mis atléticos gemelos que contenían y exhibían todas mis capacidades al hincharse cada vez que me apoyaba de los ribetes del colchón para impulsar amor hecho bombeo desde las puntas de las falanges inertes de los dedos. Hasta ver desvanecerse sobre mis pectorales manchando con su cabello negro la línea del alba, arrebatando un sorbo mineral a las raíces de mi ombligo. Finalmente el espejo sonríe porque no estoy conforme con mis dientes superiores que ablando al morderlos con los maxilares inferiores. El estado muscular y deseoso de mi cuerpo se refleja en las arrugas de mi rostro. ¿Dónde andará mi corazón? Recibo del espejo que me lanza al aire mis intestinos, los que desenrolla para volverlos a encorsetar como ropa en valija estrecha. ¿Qué otra cosa pueden hacer mis uñas asesinas?... Sacar para brillar en la solapa el hígado, el páncreas y para sentarme en el estómago que ha aumentado las dimensiones de tu abdomen. Mi joven panza que ha empezado a acumular grasa lo implora. Mi columna vertebral de 66 centímetros, los 10 de la pelvis, los 29 del fémur, los 8 de la rótula, los 40 de la tibia, los 5 del calcáneo y un cráneo de 15 me hacen ver que tengo una estatura de un hombre común con la corriente que corre de arriba a abajo teniendo que parecerme a las fisonomías mongólicas de los antepasados. Y no es que quiera el espejo hacer de mi un hombre vanidoso. Es que está convencido que cada día que pasa, las mujeres en Colombia nacen más ardientes.

TEXTO II

Desfigurada

Me dicen que no eres bella
Que no atraes, que eres fea
Que eres estúpida, corrompida y sucia
Duermes como una santa
Pero tientas como una hechicera
Todo es verdad y me da pena
Voy a escapar de la mente de mis amistades
Y como del corazón sacarte no puedo
Ni tirarte a la calle como a un perro
Voy a arreglarte a mi gusto y manera
No serás mala por dentro, aunque muy buena por fuera
Con una botella de ginebra te rompo la cabeza
Te anudo de pies y manos y amordazo tus dientes
Para que no te desfigures con las uñas
No te ablandes los dientes ni te remuerdas los labios
Para que de mis cuerdas bucales no vivas colgada
No te abras las venas con claves de caja fuerte
Ni desbordes el río llorando al filo del puente
De raíz te arranco pelo a pelo
Y un pelo arranco de las rubias con quienes duermo
¡Mira qué cabellera de Marilyn Monroe te trenzo!
Las cejas de Salma Hayek sin tregua camino
Los ojos por E-Mail de Cristina Aguilera recibo
Para respingar tu nariz Alissa Milano me olfatea
Para trazar tu boca Angelina Jolie me besuquea
Y tus senos, no hay discusión, serán de Mamábuela
Te veré danzar con el culo de Shakira
Pero debo ser democrático: 
Jennifer López te alquilará el caminado
Entonces, cuando estés toda completa
Nadie dirá que estás muerta
Y al fin, con un soplo, podré llamarte Conciencia.

TEXTO III

"Mi pata no es de palo, sino de rejo."
Carlos Dorado (Medellín).


TEXTO IV

"Con la nariz que he me han cosido en la mano, sé a quien has  juzgado."
Jorge Flétcher (Cali).

TEXTO V
"El día que encontré un corazón en el basurero, supe que el amor es un apellido, porque no existe nombre que quiera hacerse cargo."
Heldyn Guevara Revelo (Pasto)