La humanización de las máquinas
o la abolición de la mano de obra
Por Heldyn Guevara Revelo
Un día de octubre del año de
1984 la aparición de un film sobrehumano, llamado Terminator, impactó al mundo entero por los alcances atrevidos y
porfiados de la ciencia a los que había llegado. Aunque era solo una película,
Arnold Schawarzenegger —con una fisionomía del superhombre personificando a una
máquina asesina carente de emociones, con un endoesqueleto metálico recubierto con una capa exterior de
tejido vivo semejante al del ser humano— vaticinó uno de los muchos errores
científicos que podrían afectar a la humanidad en un futuro.
Quiero abordar este ensayo exponiendo
que la audacia científica de los robots junto con la clonación no son las
únicas preocupaciones de los seres humanos, sino el desplazamiento laboral del
hombre generado por la máquina creada por el mismo hombre. Todos nos
maravillamos por las máquinas que agilizan nuestras labores diarias:
licuadoras, impresoras, computadoras, celulares, y muy pronto, por causa de la
velocidad incontrolable de la sociedad de consumo, no encontraremos sin duda
frente a una máquina que reemplazará a las mascotas.
Pero, entonces, ¿qué sucederá con la
sociedad obrera que perderá sus trabajos y que a la vez no podrá adquirir estas
máquinas para tripular la tierra en su movimiento de tecnología supersónica? El
hombre es consciente de que la máquina lo supera en efectividad laboral en una
producción en serie constante, incansable y rápida. Un obrero sabe que la hora
que emplea en llenar con tierra una volqueta son 10 minutos para una
retroexcavadora. Entonces, mi manifiesto consiste en llamar la atención a los
organismos encargados de la producción mecanizada que no cometan el error de
olvidarse de los “hombres
del trabajo” de manera definitiva.
Las
primeras formas de protesta obrera se detectan en Gran Bretaña en la segunda
década del siglo XIX cuando se instigaba hacia la destrucción de la maquinaria
que había dejado sin trabajo a los obreros de una empresa textil. Para tomar
conciencia de lo que se avecina es importante reconocer los conceptos y las
magnitudes que posen los sistemas económicos como el Capitalismo:
“Con el
desarrollo del maquinismo asistimos a la implantación de un nuevo sistema
económico: el capitalismo, que se caracteriza por la propiedad privada de los
medios de producción, lo que supone que el que posee el capital (no sólo dinero,
sino también locales, máquinas y materias primas) organiza y controla toda la
producción. Se trata de una nueva organización de la vida económica, que se extiende
al ámbito de lo social y político.”[1]
El
anterior argumento, que es similar a muchos que se publican en la red, no es
nada nuevo, porque todos sabemos de las ventajas laborales que nos dan las
máquinas. Pero si lo analizamos con detenimiento nos damos cuenta que ostenta
además un triunfo de las máquinas sobre la mano de obra y el éxito en la
reducción de costos de producción, pero también la constitución futura del
poder gracias a la fuerza de las máquinas.
Se
dice que quien no conoce la historia corre el riesgo de repetirla y que solo
los necios cometen los mismos errores buscando efectos diferentes. Entonces, no
debemos olvidar las consecuencias dejadas por la Revolución industrial
que provocó: la aparición de la burguesía y del proletariado, proliferación de
la maquinaria, aumento del desempleo y de la delincuencia; surgimiento del
Ludismo (Ned Ludd) movimiento obrero que destruía las máquinas y la explotación
salarial.
Sin embargo, somos conscientes
que si no podemos con el enemigo representado en la máquina, creo que los
científicos y los consumidores debemos unirnos a él programándola para el
bienestar sin darle un uso totalizador. No debemos olvidar que la máquina es
manejada por nosotros y que la máquina no nos maneja a nosotros.
El escritor Ruso Isaac Asimov
(1.920-1992), autor de obras de Ciencia Ficción conocidas como Yo, Robot y La
Máquina del tiempo,
conoció tanto de las máquinas y en especial de los robots, que promulgó en El joven centenario los Principios de la Robótica , como una forma
de asistencia en oficios de cuidado para el ser humano, pero también de
prevención en su probable desborde incontrolable de inteligencia. Veamos los
principios:
“Principios
de la Robótica :
Los
tres principios o leyes de la robótica según Asimov son:
• Un robot no puede lastimar ni permitir que sea lastimado ningún ser humano.
• El
robot debe obedecer a todas las órdenes de los humanos, excepto las que
contraigan la primera ley.
• El
robot debe autoprotegerse, salvo que para hacerlo entre en conflicto con la
primera o segunda ley.”[2]
Como conclusión, debemos sugerir a los
empleadores que dentro de sus intereses político-sociales deben considerar para
los despidos injustificados, que ellos mismo son trabajadores y que no usen
como pretexto los trabajos inhumanos de fuerza para usar las máquinas y
despedir a los empleados. Los representantes empresariales deben emplear
estrategias más humanistas, reduciendo al menos el número de horas laborales y
crear nuevos cargos en control y mantenimiento de la maquinaria por los mismos
empleados reemplazados, próximos a despedir. Sólo así el hombre no vería a la
máquina como un mal necesario y como la acaparadora de su salario, por que el
trabajo es para el ser humano como una necesidad fisiológica. El hombre
necesita del descanso para pensar y planear qué hacer después de su trabajo.
Una máquina no. El hombre fue creado para que establezca un dominio y un
cuidado sobre sus bienes y la tierra.
El trabajo dignifica al hombre porque
obedece normas y delega funciones de liderazgo. Porque sabe reconocer que un
jefe manda y un líder sirve. Porque el trabajo ha demostrado que muchos se
hacen jefes no por sus máquinas sino por sus empleados. Y que esos mismos
empresarios han llegado al éxito por una asesoría autodidacta de un viejo y
sabio asalariado. Ser humanista es ser sensible sin tener que perder el
carácter para negar lo que no conviene.
Heldyn Guevara Revelo
Pasto, Nariño, Colombia
2014
©
BIBLIOGRAFIA
ASIMOV , Isaac. El joven centenario. Principios
de la Robótica.
www.buenastareas.com.
Visión. Proyecto Educativo Universitario
Lasallista (PEUL):
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